Dos zipotes conversaban, de sus amoríos primeros,
decian los muy embusteros que habian tenido de a dos,
mientras se engullía el arroz, los frijoles, las arepas.
Mirá: Pa´que bien lo sepas, he cruzao tres rios a nado,
jornalíe mucho el mercado, soy hombre de puntería,
maté una tigra paría, tumbe un toro por los cachos,
una vez tando borracho, acabe una pulpería.
Que carrizo yo he mirao, dijo el otro sinverguenza,
corré hasta el mismo salvaje, al ver mi sombra en el monte,
por camino el horizonte siempre fue de mi caballo,
hice una chagua por mayo de carota y maiz cariaco
recogí tres mil sacos, fuera e´ lo que se perdió,
porque no le tenía yo, espantajo pa los bichos
y pa´interponé capricho a mi bonita fortuna,
tuve principado en cuna y dejé todo por ella.
Asi los dos por estrella cada cual en su mentira,
desguazaban la gallina y mas nadie había comido,
en eso se oyo un sonido, se estremeció el aposento,
¡un trueno fuerte y violento, ahi mismo hubo un centellazo!
no quedó rastro ni sombra de los guapos de la mesa,
que asi en misteriosa pieza se esfumaron del salón;
cuando Lina en un rincón buscó la camaza e ñemas,
hay si que empezó el problema, pues todos se habian partío.
Dijo: ¡Yo peleo lo mio! y salió desaforada,
los alcanzó en la quebrada,les tomó pretina y blusa,
se armó aquella escaramuza, voló un sombrero en el aire,
se los trajo apersogados, nomás les faltaban cachos,
yo no se si eran borrachos, los causantes del problema.
¡Pero llevaron buen susto por despaturrar las ñemas!...
...DOUGLAS ANGULO MONTILLA...copyright...
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