lunes, 12 de septiembre de 2011

...La suerte de la fea...


Pasitrotero se dejaba venir,
la calma tarde saludó su andar,
le iban goteando los paisajes del camino
por el sendero amplio, verde y ocre de lejuras...
Las celosías se rellenaron de hermosura,
al galante porte del caballero paseante...
Se detuvo y solo en un instante,
se le inflaron los anhelos de labios encarnados,
de perfume, mujer, esperada conquista...
Rodeó el empedrado, volvió los pasos,
clavó la mirada en el enlosado del frente,
hincó las espuelas; entre polvareda y escrutinio,
rauda la volantería del sombrero desprendido,
aposentandose a  los pies de la dichosa dama...
Decidido se vino, respiro profundo,
saludó con el agrado con que el sediento besa el agua,
¡se le vinieron todas las miradas del pueblo encima!.
Ella: alzó la mirada y le regalo una sonrisa...
Asi tan de prisa nació la esperanza,
los araguaneyes se vieron mas hermosos,
de las cascadas un arcoiris luminoso,
saludo el arrebol y surgió la comenta por la aldea:
¡No parase este hombre donde don fulano!
venise a tropezar con semejante mujer,
y una viejecita le dice a su nieta;
sabés guaricha... tenelo en cuenta;
"La suerte de la fea, la bonita la envidéa"...

...DOUGLAS ANGULO MONTILLA...copyright...


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